domingo, 9 de noviembre de 2008

La Historia de la Pizza


Había una vez en Nápoles, un gran cocinero de nombre Totó, al servicio de los Borbones. Su cocina era muy apreciada y muchas veces se la empleaba como instrumento de flexibilidad en los asuntos diplomáticos. Pero un mal día, un noble encontró un pelo en su plato y súbitamente el desgraciado Totó fue enviado a una oscura y húmeda celda del Castel dell'Ovo. En la soledad de la prisión empezó a planear la evasión. Se quiso traer los ingredientes para una torta, supuestamente para regalar a los mismos guardianes, también se la arregló para conseguir un somnífero. Así que dulcemente los custodios al comer la torta se durmieron pacíficamente y Totó escapó encontrando refugio en casa de unos amigos, a los cuales para recambiar la hospitalidad, cocinaba deliciosos platos de pasta. Desgracia para él otra vez, un conde pasó por debajo de la casa y oliendo el inconfundible aroma del tuco que solía hacer el cocinero, mando a arrestarlo inmediatamente. El rey Borbón esta vez lo condenó al cadalso. Pero, Totó lo estimuló con una apuesta consistente en la creación de un plato que no sería ni entrada ni principal, ni segundo ni postre, ni carne ni pescado, con todos los colores del cielo y de la tierra. Si el plato fuera aceptado se ganaría la libertad, contrariamente se reseñaría con la condena. El rey se comprometió e invitó a la corte a todos los nobles de la ciudad para constatar la aceptación del nuevo plato. Y en verdad la sorpresa fue tan grande en ver como los convidados comían sin saciarse. El rey tuvo que aceptar la perdida de la apuesta y dejar en libertad a Totó. Mientras tanto había nacido la pizza. En fin, se salvo por un pelo...

Cuento del libro "Il cuoco prigioniero"

2 comentarios:

Lucia dijo...

Me encanta tu blog¡ a ver si pones fotos de tus sobrinas wapas jajaa¡Un besin

NURIA dijo...

No te preocupes, alguna foto caerá!. besiiinossssssss